Cuando yo llegué ya no estaba. Él, ya se había ido.
La habitación gris donde te escondías.
La habitación gris donde me quedé aquél día.
Donde nace el epicentro de tu muerte,
donde los fantasmas se asoman para verte caer.
Es tu cama un agujero negro.
Lo que hay al
otro lado ni se ni me inspira,
ojalá sean tus ganas extinguidas,
las mañanas heridas,
tu sexto sentido,
la maleta perdida,
Ojalá que sí,
que encuentres la maleta.
que encuentres la maleta.
Que la abras y esté vacía,
para que puedas llenarla,
por fin, de primavera,
para que puedas llenarla,
por fin, de primavera,
de verano, de otoño, invierno.
Y otra vez primavera.
La pena,
es que aún sigas cayendo en tu rincón.
es que aún sigas cayendo en tu rincón.
La pena,
es que hayas hecho nido en la caída.
es que hayas hecho nido en la caída.
Se difuminan todos tus colores,
mientras permanezco a la espera
de que quizás un día,
vuelvas del otro lado.
Nada más lejos de ti.
Nada más lejos de mí.