miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mientras le escribía esas palabras en el cabezal con tinta invisible le susurraba con voz dulce “así será imposible que lo olvides”. Quizás fuera la oscuridad,  o el alemán que balbuceaba, pero desde aquel día, todas las noches ella apagaba las luces y caía rendida en la cama de su habitación iluminada por cientos de “te quiero”
Pero, no contaba con aquel que todo lo estropea, el tiempo. En el verano siguiente pintaron las paredes tapando las promesas, se cubrieron de cuervos negros, de árboles del revés y de complicaciones
...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Regen

Llegué a sentir tanta ira que no pude reconocerme. Esa ansia, ganas de gritar, de romper cosas. Era un círculo vicioso alimentado a base de inseguridad y de esa rabia enfermiza hacia cualquiera que... bueno, ya sabes.
Se supone que esta clase de cosas no se escriben porque da a conocer la claridad de la persona y hay quien esta convencido de que el exceso de claridad resta profundidad. Sin embargo yo, a veces creía que estaba realmente loca, loca por conocerte mejor que cualquier otra persona, quería saber cada sucia y miserable cosa de ti y poder decir que ahora te quería incluso más que antes. Mirarte a los ojos y que solo yo supiera lo que pensabas. Siempre era yo yo, solo yo. Mas que querer era una necesidad.
Ninguna otra persona me había despertado esa sensación tan increíble, podías abrir la boca para decir la mayor tontería, que yo la rescataría, separaría y analizaría hasta quedarme inexplicablemente maravillada. Y ese fue el problema, cuanto mas interés mostraba mas te alejabas, supongo que por temor a que yo supiera demasiado y me asustara. Pero estoy segura de que en aquel momento no me hubiera importado ni la cosa mas horrible que pudieras decirme, porque era mejor que pasarme noches en vela pensando.
Soy consciente de que fui la primera en saber muchas cosas pero se que hay muchas otras que jamás pensaste en alto y lo lamento. Supongo que quería ser la persona mas importante para ti y aunque en cierta forma lo fuera nunca fue suficiente para mi.



Perdona, es que esta lloviendo...

viernes, 16 de septiembre de 2011

coffe

es que los labios desnatados no entienden de sabores. Demasiado descafeinado, demasiado “des”. Es increíble como uno se acostumbra rápido a lo insípido, pasa sin que te des cuenta y una vez dentro asusta demasiado cambiarlo. Primero arde, quema, luego se enfría de vez en cuando. Estuve instalada en la Antártida una temporada, y ahora de repente, nada, nada de nada. Y eso es peor que algo, por muy malo que sea. Y no importa cuantos cafés y textos a las 2 de la mañana escribas, porque vas a seguir sintiéndote en el limbo, sin tirar hacia atrás ni hacia delante, porque no eres capaz. A veces sientes aquello, como si… pero ya no quiere volver. Se acabó el tiempo, y entonces te das cuenta de que estas… sola. No te entienden, mejor así. Y con el ultimo sorbo me voy a dormir