sábado, 26 de diciembre de 2015




Me dijo:


"Al final del día,
con quien yo me acuesto
es con mis fantasmas. Ocupan más de la mitad de la cama,
me roban la manta,
roncan,
y tienen los pies fríos."





Lo dijo, triste y azul

Y yo, que se más del vértigo que los pájaros,
más de los muertos que las propias flores

Quise poner a todos ellos ( sus fantasmas) 
calcetines impares de colores.

Calentar con las manos su miedo institucional
Abrigarlos,
desde el silencio sus doce 
hasta la cicatriz del brazo derecho. 
Pasando por sus noches de insomnio,
hasta llegar a las durezas 
de las yemas de los dedos.

Para que no le desvelara
la herencia de la culpa,
las vidas que no fueron ni serán,
el lastre de la memoria tardía,
el estruendo del tiempo
defectuoso, 
que ensancha el hambre
y encoje los sueños,






Con el resto de molestias 
no pude hacer nada, 
pues soy yo quien ahora 
ocupa más de la mitad de la cama, 
le roba la manta,
y tiene los pies fríos.