Ella parece coordinarse con el temporal. Se nubla, oscurece, caen cuatro gotas... es un pájaro volando bajo la lluvia, un acto suicida, pero la humedad le resulta irresistible como pocas cosas. Siente que el frío le acompaña en todo momento y canturrea canciones en otro idioma refugiada en la rama de un árbol. Cuando nace la mañana el cielo deja de llorar. Boletea hasta su ventana para verle despertar, los ojos rojos, el pelo despeinado... no ha vuelto a pegar ojo.
Le mira bajar de su castillo en las nubes, a veces se pregunta si él también se cree un pájaro. Piensa que la echa de menos, aunque en la pared solo queden restos de blue tack. En el suelo de la habitación, un libro desgastado, pisoteado, creo que no consiguió responderse ninguna de sus preguntas... Puede ver como se sienta en la butaca y empieza a acariciar las cuerdas, emitiendo una melodía temblorosa acompañada por un –turututú que solo puede oír en su cabeza. Parece que hoy tampoco saldrá de la habitación…
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